Obstrucción Vía Lagrimal
La vía lagrimal es la “tubería” que lleva las lágrimas desde el ojo hasta la nariz.
Cuando se produce una obstrucción de la vía lagrimal esta puede dar lugar a diferentes manifestaciones:
- Lagrimeo más o menos constante, que puede empeorar ante frío, viento, lectura…
- Visión borrosa sobre todo al leer o conducir
- Aumento de la secreción legañosa.
- Conjuntivitis de repetición
- Inflamación de la piel periocular debido a la humedad constante
- Infecciones del saco lagrimal (dacriocistitis). Se trata de infecciones importantes que producen tumefacción dolorosa de la zona del saco lagrimal y que requieren tratamiento antibiótico oral. En algún caso la infección puede incluso llegar a diseminarse a la órbita.
Hay que diferenciar entre obstrucciones del adulto o del recién nacido, ya que las causas y el tratamiento son diferentes.
DACRIOCISTORRINOSTOMÍA (DCR)
Se trata de una intervención en la cual se crea una nueve comunicación entre la vía lagrimal y la nariz para que la lágrima pueda drenar correctamente.
Existen 3 maneras de realizar esta intervención:
¿Y SI SU VÍA LAGRIMAL ES PERMEABLE PERO TIENE LAGRIMEO?
En ocasiones la exploración de la vía lagrimal es normal y sin embargo el paciente presenta lagrimeo. En estos casos es fundamental una buena exploración por parte de un especialista en oculoplástica, ya que existen otras causas que puedes producir que un lagrimeo excesivo, como por ejemplo: alteraciones en la posición de los párpados inferiores (ectropión, entropión), laxitud de los párpados, irritación de la superficie ocular, fallo en el bombeo palpebral… Cada una de estas causas tiene un tratamiento específico, por lo que es fundamental un diagnóstico adecuado.